domingo, 10 de octubre de 2010

Hidratos de carbono

Son indispensables para nuestro organismo, ya que éste los quema para obtener con su combustión, el calor y la energía que necesita para realizar adecuadamente la actividad diaria.
Constituyen el combustible de nuestro organismo. El exceso de glúcidos queda en reserva en el hígado en forma de glucógeno.

Anteriormente se basaba la alimentación en las proteínas. Actualmente se comprobó, que en nuestra dieta debe haber un 50% de hidratos de carbono, dándoles prioridad a los compuestos.
¿Por qué estos cambios? El cuerpo se construye una sola vez, luego debemos mantenerlo en buen estado. Para ello, todos los días  se le debe suministrar el combustible para que pueda desplegar sus potencialidades. En la medida que le demos hidratos de carbono de buena calidad, mejor será su Energía Vital.

Los  hidratos de carbono o glúcidos los hallamos en el azúcar, la miel, las frutas, las verduras, en el almidón de los cereales y en la fécula de las papas, batatas y mandiocas.

Lo ideal es, ese 50% repartirlo entre las frutas, las verduras, las féculas, la miel y los cereales integrales.
Si bien el hígado tiene una reserva de glucógeno, un gran exceso de glúcidos que no pueden ser eliminados por los riñones, se convierten en grasas, que finalmente conducen a la obesidad.
También el azúcar de caña (sacarosa) si se consume en cantidades no necesarias para suministrar energía, el exceso se transforma en triglicéridos, estás, son grasas que espesan la sangre.

Dentro de los azucares tenemos los de asimilación rápida y asimilación lenta.
Los primeros entran rápidamente al torrente sanguíneo, levantan la energía por un rato, y luego esta vuelve a descender. Los segundos son los ideales, porque mantienen un nivel constante de energía, p0or un período prolongado.

Las frutas, las verduras, el azúcar y la miel, son azúcares simples.
Las féculas (papa, batata, mandioca) y los almidones (cereales y legumbres) son azúcares compuestos.

La alimentación tradicional, es demasiado rica en azúcares simples, sobre todo, en derivados de azúcar industrial. Este tipo de alimentación altera el funcionamiento del páncreas, provocando a larga hipoglucemia, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Muchas veces, cuando se come exceso de azúcares, sobre todo refinado, el páncreas en su esfuerzo de neutralizarlos, secrega exceso de insulina, por lo cual absorbe excesiva cantidad de azúcar, bajando ésta por debajo de los niveles normales. Se produce asi, la hipoglucemia, o el hiperinsulismo.
La diabetes se da cuando el páncreas no segrega la suficiente insulina como para metabolizar los hidratos de carbono.
Al referirme a hidratos de carbono, queda en claro, que los mejores para nuestro organismo, son los integrales y no los refinados.

Al quemarse, durante las reacciones del organismo, los glúcidos liberan 4 calorías por gramo.

“NUEVA ALIMENTACIÓN, NUEVA VIDA”
SILVANA RIDNER

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