martes, 12 de octubre de 2010

Algas marinas


Las algas son vegetales que crecen tanto en agua dulce como salada. Su tamaño varía desde los microscópicos organismos unicelulares, como las algas espirulina, a las algas kelp, que constituyen el ser vivo más largo del planeta.
Las algas mantienen un sistema de organización primitivo, realizan fotosíntesis como cualquier vegetal verde y tienen la capacidad de sintetizar proteínas, hidratos de carbono, grasas, clorofila, ácidos nucleicos, vitaminas, minerales y pigmentos.
Tienen gran importancia dentro de la alimentación oriental, principalmente en Japón y China; también en las islas del Pacífico y en culturas ancestrales americanas y africanas. 
En Japón, donde las algas se consumen en abundancia, se observa que los casos de hemorragias cerebrales e hipertensión arterial son escasos. Actualmente están siendo descubiertas  por el mundo occidental, debido a su alto valor terapéutico. Aún asi, no se ha tomado real conciencia del rol que pueden jugar en la problemática del hambre mundial. Son una fuente espontánea de nutrientes que se desarrolla sin costo, en dos tercios de la superficie del planeta cubierta por agua (razón por demás para frenar la salvaje contaminación de los mares). Además, las mismas algas son depuradoras de las aguas contaminadas con residuos de la actividad industrial (fosfatos, nitritos, anhídrido carbónico, etc.)
En Argentina, son consideradas como un exótico ingrediente de la culinaria oriental; pese a que el litral atlántico en un gran productor de algas agar-agar, kelp, wakame, cochayuyo, y otras.
Lamentablemente toda la producción se exporta.

Valor nutricional y terapéutico:
El origen de la vida está en el mar. Millones de años de erosión lo han enriquecido con gran abundancia de  todos los minerales necesarios para la vida. Las algas poseen gran cantidad de nutrientes de alta asimilación.
Contienen  entre 10 y 20 veces más minerales que las verduras terrestres. Son especialmente ricas en yodo, mineral escaso en el suelo, y aún más en tierras agotadas por el cultivo intensivo.
Constituyen un alimento valiosísimo, excelentes para combatir el empobrecimiento causado por los procesos de refinación industrial de lo que habitualmente consumimos.
La normal producción de la hormona tiroidea (tiroxina), depende de la presencia del yodo.
Además de yodo, las algas son ricas en magnesio, calcio, potasio, hierro, zinc, selenio, manganeso, boro,  cobalto, cobre, y vanadio.  Algunas legan a tener un tercio de su peso en sales minerales. Por eso son empleadas con éxito en osteoporosis, anemias y estados carenciales.
Gracias  a su alto contenido en minerales, producen en la sangre un efecto alcalinizante que depura el sistema, al eliminar los efectos ácidos de la dieta moderna.
Aportan importante cantidad de proteínas, con la presencia de todos los aminoácidos esenciales. El alto contenido de minerales de las algas, también facilita la absorción de las mismas. Ingeridas junto a cereales o legumbres, suplementan la carencia de aminoácidos de éstos alimentos.
El contenido de grasas es bajo y son ricas en vitaminas A,B, C, E, K, y em menor medida  B12.
Tienen alto contenido de mucílagos, que en el ser humano aportan sensación de saciedad, regularizan la función intestinal y protegen las mucosas digestivas. Esto se debe a que en el estómago forman una capa viscosa que atenúa las irritaciones, y en los intestinos estimulan el peristaltismo
(movimientos internos).
A nivel respiratorio calman la irritan que provoca la tos. Las algas son estimulantes del metabolismo, aumentan el
intercambio celular y mejoran la eliminación de toxinas. La gran presencia de antioxidantes, , neutralizan el efecto de los radicales libre (responsables de acelerar el efecto de envejecimiento de los tejidos). Reducen los niveles de azúcar, colesterol y presión sanguínea.
Poseen un delicado efecto antibiótico y actúan selectivamente en la flora intestinal, sobre todo en el
colon, eliminando las bacterias  que producen sustancias
cancerígenas.
Las verduras marina, no absorben tanta contaminación como los peces donde el nivel de contaminación es alto, simplemente no crecen.
Son alimentos depuradores, por eso se recomiendan a personas que consumen muchos productos de origen
animal. Combaten los efectos  de radiaciones (rayos x y radioactividad), la  contaminación con metales pesados
(plomo, mercurio,  cadmio, estroncio), y con sales tóxicas
(nitritos, sulfuros).
En medicina oriental, son conocidas las propiedades de las
algas, para evitar estancamientos corporales (hinchazones, nódulos, bultos), mejorar el metabolismo corpóreo del agua, estimular el bazo y el páncreas, limpiar el sistema
linfático y alcalinizar la sangre.

Formas de consumo:
En general se aconseja, consumir las algas previamente
hidratadas, tanto crudas como cocidas.
En el caso de iniciarse en el consumo, se recomienda ingresarlas en forma paulatina. De esta forma se habitúa, tanto el paladar como el organismo. Es difícil indicar una dosis general  de consumo diario. Consumiendo 25 gr por semana, en seco, se cubren las necesidades de yoda.  Lo importante es el equilibrio y la regularidad. Pequeñas
cantidades, tal vez una o dos cucharadas por persona, en forma frecuente.


“Algas, Vegetales de enorme valor nutricional y terapéutico”
Alex Von Foerster

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