Muchos seguramente recordaremos las insistencias maternas para que tomásemos un buen desayuno, sobre todo en invierno... mi mamá solía decirme repetidamente "No salgas con el pelo mojado" y "No te vallas sin desayunar!!" (de hecho, aún lo hace, y lo agradezco tantísimo).
Bueno, pero entonces.. que hay detrás de estas primeras comidas del día???
Pensemos juntos... luego de las horas de sueño nocturno, que es el período más largo donde el organismo se encuentra sin ingesta de alimentos, volvemos a tomar alimento para "cargar pilas"... cada uno en el tiempo, va encontrando que tipo de alimentos le sienta mejor al desayunar, pero en formas generales podemos pensar un poco en este tema...
Entonces.. decíamos... por la noche, tenemos un largo período donde no ingerimos alimentos, un período de "ayuno", que termina con el "des-ayuno" matutino. Esta salida del ayuno, cumple la función de "despavilar" y "energizar" nuestro organismo, donde a través de los alimentos, incorporamos la glucosa necesaria para que nuestro cerebro funcione correctamente.
¿Cómo sería un desayuno equilibrado (en terminos generales)?
En primer lugar está bueno tomar con tranquilidad la primera ingesta del día, comenzar con un jugo de frutas, o una infusión tibia cae agradable y le va, por decirlo de algún modo, avisando al cuerpo que se valla despertando. Un ratito después, una buena porción de frutas y cereales (como una compota de manzaanas con granola a base de avena y frutos secos) viene muy bien, ya que las frutas y los hidratos (en este caso de los cereales) se transforman en glucosa una vez ingeridos, ofreciendo la energía necesaria para comenzar las actividades.
Si nos pasamos de ingesta y consumimos mucho junto o alimentos pesados, difíciles de digerir, a las primeras horas, nuestro accionar fisico y mental, se aletarga, nos ponemos tamásicos, y asi es que nos cuesta encarar las actividades del día, porque el cuerpo debe gastar mucha energía en la digestión. De modo que lo ideal es un equilibrio entre la ingesta que hacemos y las actividades que nos esperan.
¿Integral o refinado?
La diferencia principal entre estos es que si desayunamos con alimentos integrales (panificados, avena, arroz, etc) , la digestión de estos será lenta, esto quiere decir, que irán pasando a la sangre y por lo tanto ofreciendo energía, mientras dure el proceso de digestión, es decir, unas 2 horas aproximadamente, en forma equilibrada y continua, sin provocar picos de glucosa, ni bajones de esta posteriormente.
Cuando desayunamos con productos refinados, como panes blancos, galletas y mermeladas endulzadas con azúcar blanco, facturas, etc, tenemos en sangre, rápidamente, un nivel de glucosa muy alto, el cual, no resulta saludable para nuestro organismo, y debe ser bajado, liberando, entre otras sustancias, sales de calcio e insulina, lo que provoca que baje mucho el nivel de glucosa en sangre, dando como resultado bajones energéticos y ganas de comer más dulce, de este modo, tenemos como resultado "picos" de energía y "bajones" energéticos, que repercuten en nuestro rendimiento físico y mental, los cuales también se encuentran asociados con los defasajes emocionales, la angustia, la depresión y la euforia.
¿Que sucede con el café?
El café tradicional, actúa en nuestro organismo como una droga, por ende, salir de un ayuno con una sustancia que genera dependencia no es lo más recomendable. Es un estimulante del sistema nervioso, con un ph sumamente ácido, lo que genera deterioro de nuestros tejidos internos, al consumirlo en ayunas, potenciamos su efecto.
Además podemos destacar de el café, que es un gran ladrón de calcio, por lo que no se recomienda el consumo, sobre todo en niños y en mujeres embarazadas y en edad de menopausia, al consumir café, el calcio es eliminado a través de la orina.
Si gustamos de sabores similares, y queremos hacer un cambio, podemos reemplazar el café tradicional por café de malta por ejemplo u otras infusiones.
¿Porque se recomienda consumir algúnos alimentos en ayunas?
Cuando nos despertamos, el estómago se encuentra vacío, por ende, lo primero que consumimos, lo asimilamos con mayor facilidad y rapidez, por esta razón, algunos alimentos que se consumen como medicina se ingieren en ayunas (como el polen, la miel, la levadura de cerveza, etc).
¿Y si da hambre a media mañana?
Si tenemos hambre en el transcurso del día o sentimos la necesidad de comer algo porque nos percibimos cansados, esta bueno tener a mano algunos frutos secos, un poco de granola o alguna fruta. Así, con una pequeña ingesta (como 3 o 4 nueces o una manzana) incorporamos energía para continuar las actividades, de forma rápida y equilibrada.
¿Y si comemos mucho en la cena que desayunamos?
Si nos sentimos pesados por una cena abundante, está bueno un desayuno liviano, que colabore con la limpieza orgánica. Podemos, en estos casos, tomar solo un jugo de frutas (de cítricos o manzana son los más livianos y limpiadores) y luego de un rato ir incorporando frutas livianas, sintiendo que es lo que nuestro cuerpo necesita.
Ejemplos de desayunos:
- Un jugo de naranja, una taza de té verde y una tostada de pan integral con miel.
- Una porción de compota de manzanas con 2 cucharadas de granola y un té de bardana.
- Un licuado de frutas de estación con una porción de queso fresco y de dulce de molde (como membrillo o batata -los hay preparados naturalmente, con miel, muy sabrosos!-)
- Una porción de ensalada de frutas, un té verde y unas galletas de algarroba y avena.
- Una infusión, o café de malta con una barra de cereal, y frutas de estación.
- Leche vegetal (de almendras, mijo, o semillas, por ejemplo) con tostadas con mermelada a base de fructuosa o miel, y fruta de estación.
Y tantas más!! a usar la imaginación, jugar y probar nuevas formas de desayunar!!!
Buena idea es, a veces, anotar como se van sintiendo con los alimentos, de este modo, es más sencillo registrar que nos conviene más, y que nos cae mejor.
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