Son aquellos, los cuales son cultivado y cosechados sin conservantes ni pesticidas químicos, a través de un proceso natural, sin agregados ni células ajenas o transgénicas. De este modo se obtienen alimentos más saludables y se protege el medio ambiente, ya que las técnicas utilizadas no son contaminantes.
Al consumir alimentos orgánicos…
- Nos garantizamos una dieta segura, libre de pesticidas, y de residuos químicos, muchos de los cuales son cancerígenos.
- Prevenimos la erosión de los suelos.
- Ayudamos a pequeños y concientes productores.
- Protegemos la salud de los trabajadores rurales, ya que estos suelen estar expuestos a los mismos químicos que se administran como plaguicidas en los alimentos, con resultados atroces para su salud, como enfermedades degenerativas, distintos tipos de cáncer y malformaciones varias.
- Resguardamos la calidad del agua, ya que los químicos que suelen administrarse a los cultivos se filtran en la tierra hasta capas muy profundas, contaminando el agua que luego consumimos.
- Colaboramos a la rotación de cultivos y a la renovación del suelo. Los procedimientos tradicionalistas se manejan habitualmente con monocultivo, esto quiere decir que un solo cultivo año tras año va debilitando y gastando el suelo y sus nutrientes, tornándolo más vulnerable a pestes, las cuales requieren más tratamientos con pesticidas. En la agricultura orgánica, se rotan los cultivos, permitiendo al suelo que se renueve y regenere por sus propios medios, dando como resultado cultivos más fuertes y saludables.
- Consumimos alimentos con más sabor! Cada alimento lo encontramos en su estación, garantizándonos que sus propiedades sean optimas, por lo cual saben, huelen y se ven mejor (y esas diferencias positivas se ven también en la interacción que tiene dentro de nuestro organismo estos nutrientes.)
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